Según los últimos datos del informe de consumo de alimentación en España, el queso es el segundo derivado lácteo más consumido en nuestro país, con 347 millones de kilos al año, solo por detrás de los yogures y otras leches fermentadas. La comunidad autónoma de Canarias es las que más queso consume per cápita al año y está en el primer puesto con 11,16 kg por persona.
Canarias no solo es el territorio con mayor consumo de queso por habitante y año, sino que en las islas se elaboran algunos de los mejores quesos de Europa. Es, probablemente, el territorio con más miniqueserías por metro cuadrado existente y nos ofrece una gran variedad de quesos, fruto de los distintos tipos de leche y las mezclas con las que se elaboran, del amplio abanico de formatos y de los diversos modos de producción.
La geografía, los diferentes microclimas y la biodiversidad de Gran Canaria otorgan a los quesos de la isla unas sensaciones olfato-gustativas únicas. La observación y los sentidos se alían para agudizar la vista, el olfato, el tacto y el gusto y así se descubre que los quesos de Gran Canaria obtienen un aroma particular y característico, donde la materia prima y el tiempo de maduración determinan la intensidad de sus sabores y texturas.
La alimentación del ganado, las razas de animales, la tradición ganadera y pastoril y el conocimiento en la elaboración de este producto genuino encierran una gran riqueza etnográfica de siglos y generaciones.
Así, tradición y modernidad: experiencia, tecnología y conocimiento, se conjugan para ofrecernos pluralidad, diversidad y un patrimonio gastronómico quesero inigualable en un territorio tan reducido.